Se acercó y contempló caer como arena de reloj en cascada sus dedos, sus ojos, sus pestañas, sus orejas, sus deseos...
Vio unos ojos desprendidos, sueltos; se acercó y miró bien que son sus ojos que miran unos ojos desprendidos...
En un lento pestañeo recobró la forma, se acercó al reloj de arena y contempló caer en cascada sus dedos, sus ojos, sus pestañas, sus orejas, sus deseos...